Previo al viaje

Hola a todos.
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Ahora quiero platicarles el cómo le hice para estar en un intercambio estudiantil.
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La invitación de participar en el intercambio me llegó en Noviembre de 2008, aún recuerdo el momento, fue muy gracioso, pues cierto día y sin motivo alguno el entonces director, el Maestro Héctor Flores Paredes, solicitaba mi presencia en la dirección.

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Ahí se encontraban personas encargadas del proyecto, quienes me explicaron cada detalle del mismo; todo era perfecto, se trataba de una beca al alumno con el mejor promedio de cada licenciatura, incluía el viaje México-España y viceversa, además de 600 euros mensuales para gastos de hospedaje y alimentación. La pregunta era sencilla, ¿aceptas?, obviamente la respuesta fue un SI, definitivamente era una gran oportunidad para fortalecer mi formación como docente.

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En un principio, el viaje estaba contemplado para los meses de Marzo, Abril y Mayo del año pasado, pero por el brote de influenza que hubo en nuestro país resultó un tanto difícil concretar dicho proyecto. Aunque con el paso de los meses mi ánimo decaía, no había una respuesta clara.

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Me encontraba de comisión en los Juegos Centroamericanos, cuando recibí una llamada para convocarme a una reunión con el director general del BINE, el Maestro Andrés García Castillo y el encargado del proyecto en España, el Dr. Martín Muelas Herraíz. En dicha reunión conocí a los demás chicos que participarían en el intercambio; entonces se nos informó que el viaje era un hecho y que en menos de tres meses estaríamos en España.

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El intercambio sería entre el BINE y la Universidad Castilla La Mancha, campus Cuenca, en la Escuela Universitaria de Magisterio.

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La noticia tuvo un impacto tremendo, pues era un mundo lleno de posibilidades, de oportunidades… el hecho de representar a mi país, de conocer otra cultura, de contribuir al normalismo poblano, simplemente era fascinante, fue entonces cuando me di cuenta que el esfuerzo había valido la pena, que la recompensa había llegado; el impacto fue mayor en mi familia, mis padres estaban simplemente emocionados, orgullosos.

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Desde entonces a la fecha, me he ocupado de los preparativos, recopilar información, comprar algunos recuerdos, alistar mi ropa (ya que nos tocará la temporada invernal) etc. A pesar de que el intercambio representa una gran oportunidad, la nostalgia comienza a sentirse, el hecho de separarme de mi familia, de mi novio, de mis amigos… resulta difícil.

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Espero poder aprovechar al máximo esta oportunidad pero a pesar de todo estoy muy emocionada.

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Saludos y hasta la próxima.